Actualizar a Windows 8


Si piensa actualizar su computadora personal al nuevo Windows 8, prepárese para trabas y decepciones, especialmente si su computadora tiene uno o dos años, aunque técnicamente cumpla con los requisitos para operar con la nueva versión. 

Sé lo que digo porque pasé varios días intentando actualizar a Windows 8 dos PC de buena reputación: una laptop Lenovo de 2008 y una computadora de escritorio con pantalla táctil Hewlett-Packard de 2009. El proceso fue doloroso, y resultó en una pérdida de muchas funciones, a pesar de que las dos PC operaban Windows 7 de maravilla y cumplían con los requisitos mínimos para funcionar Windows 8. 

Por supuesto, los usuarios que actualicen sus PC más nuevas, cuyos fabricantes anticiparon Windows 8 o cuentan con parches de software listos para adaptarlo, probablemente tendrán una experiencia mucho mejor. En mi caso, me di cuenta —demasiado tarde— de que ninguna de las computadoras que intenté actualizar figuraba en la lista de modelos que contaban con estos parches. Esto debió ocurrir porque en ambos casos, ciertos aspectos de su hardware no estaban al nivel de los requisitos más exigentes de Windows 8. 

Por ejemplo, el panel táctil en mi laptop Lenovo ThinkPad X301 no se puede usar para desplazarse en el nuevo ecosistema de pantalla de Inicio estilo tableta de Windows 8, ni para realizar ciertas funciones de Windows 8. Y, en la HP TouchSmart 300, la pantalla táctil no es lo suficientemente precisa o sensible para desempeñar de manera fiable los gestos táctiles de Windows 8. Además, el micrófono no funciona. Ah, y para evitar que la HP dejara de congelarse, tuve que realizar un procedimiento que terminó borrando la mayoría del software instalado, incluyendo programas de HP y Microsoft

No es inusual que las PC relativamente más antiguas no sean capaces de aprovechar por completo las ventajas de una nueva versión de un sistema operativo. Y Windows 8 es un gran cambio. Pero me sorprendió lo difícil que fue descubrir que mis dos PC no serían completamente compatibles con el nuevo sistema. Supuse que el instalador de Microsoft me informaría, pero no lo hizo. 

Parte del problema, fue mi culpa, supongo. Si hubiera pensado en analizar a fondo los sitios web de Lenovo y HP, podría haber descubierto que mis modelos no eran considerados aptos por sus fabricantes para la actualización. 

Por ejemplo, la página de información de HP, indicó lo siguiente acerca de mi TouchSmart, después de que yo introdujera su escondido número oficial de producto: "HP no ha probado esta PC. Por esta razón, HP es incapaz de proporcionarle instrucciones de actualización o drivers de Windows 8. Podría perder funcionalidad y estabilidad básicas si intenta actualizar". Claro, me enteré de esto solo después de seguir adelante con la actualización. 

Una vocera de HP me explicó lo siguiente: "Con cualquier PC, es fundamental que el hardware y el software funcionen bien juntos y algunas PC antiguas en nuestro portafolio, incluyendo la TouchSmart 300 que fue lanzada en 2009, simplemente no son capaces de aprovechar la extensas nuevas funciones que ofrece Windows 8". 

Y un vocero de Lenovo apuntó: "La X301 tiene cinco años y Lenovo decidió no equiparla para actualizaciones de Windows 8. El panel táctil del hardware realmente no puede soportar todas las funciones de Windows 8". 

Microsoft ofrece un "Asistente para actualización de Windows 8" (http://windows.microsoft.com/es-ES/windows-8/upgrade-to-windows-8) que podría haberme advertido sobre los problemas. Pero la caja del DVD de Windows 8 Pro que utilicé únicamente sugería acudir a este servicio y corroborar con el sitio web del fabricante, en letra pequeñísima en la parte inferior de la contraportada de la caja. 

Mi problema fue que confíe demasiado en el instalador de software de Windows 8 de Microsoft. Esperaba que el instalador, que también comprueba que la PC sea compatible con el nuevo sistema operativo, me dijera si había incompatibilidades importantes. Encontró exactamente una: el uso de Bluetooth en ambas máquinas. Me señaló que lo desinstalara antes de proceder. 

Le pregunté a Microsoft por qué el instalador no me advirtió sobre las otras incompatibilidades que surgieron y un representante me dijo que el instalador simplemente no sabe cómo se comportará cada modelo y por eso recomienda que el usuario lea las instrucciones y advertencias del fabricante. 

Además, tuve problemas con el instalador. En la HP, no funcionaba con los DVD ni con la versión descargada de Windows 8. Por lo tanto, tuve que transferir la versión descargada a un flash drive USB de 4 gigabytes para que funcionara. (Requería un drive de al menos 3 gigabytes).

Por tiempo limitado, hasta fines de este mes, usted puede comprar la actualización a Windows 8 por US$40 por descarga o US$70 en DVD (todos los precios son en EE.UU.). Con esto puede obtener solamente la versión avanzada Pro, que cuenta con funciones adicionales que le permite acceder a ciertas redes corporativas. Microsoft aún no ha anunciado el precio estándar, pero yo preveo que será de al menos US$100 por Windows 8, y unos US$200 por la versión Pro. 

Los requisitos básicos para ejecutar Windows 8 son un procesador de un 1 gigahercio o más rápido, al menos 1 o 2 gigabytes de memoria, dependiendo de si su PC es un sistema menos exigente de 32 bits o uno más demandante de 64 bits (el instalador le indica esto). Además necesitará un mínimo de 16 a 20 gigabytes de almacenamiento libre, de nuevo dependiendo de si su PC es de 32 o 64 bits, y un sistema de gráficos que pueda resistir un estándar de gráficos de Microsoft llamado "DirectX 9 con driver WDDM". 

En mis pruebas de ambas máquinas, la instalación tomó alrededor de dos horas, pero pasé un día laboral entero modificando cada máquina, y obteniendo actualizaciones para Windows 8 y sus aplicaciones integradas. Por ejemplo, cuando la instalación parecía haber finalizado, descubrí que había perdido la conexión Wi-Fi de Internet en ambas máquinas y tuve que apagar el firewall para restaurarla y después actualizar mi software antivirus. 

Los problemas fueron peores en la HP, que pensé sería más fácil por ser más nueva y por tener pantalla táctil. En la HP, Windows 8 presentó tantos baches al principio que ni siquiera lograba regresar a la pantalla de Inicio —la sede del sistema— después de abrir aplicaciones y la computadora se congeló varias veces. Me vi obligado a oprimir "Refrescar", un proceso que reinstala Windows 8 sin borrar sus archivos de datos, pero que elimina todos los programas tradicionales para Windows de terceros, con excepción de las aplicaciones del estilo nuevo compradas en la tienda en línea de Microsoft. Este "Refrescar" hizo que mi HP operara mucho mejor, con la excepción de la pérdida del micrófono y la inhabilidad de la pantalla táctil del estilo antiguo de funcionar al mismo nivel de las nuevas. 

Sin embargo, perdí decenas de programas, como el paquete de software táctil de HP, el navegador Google Chrome, iTunes, Windows Live Essentials, Firefox, y más. Por tanto, tuve que pasar más tiempo instalando algunos de estos. 

Al final de cuentas, ambas máquinas ejecutaron Windows 8 bastante rápido, aunque de manera torpe. Y ambas iniciaron más rápido que antes. 

Aun así, hubo un costo: las máquinas perdieron entre 12 y 13 gigabytes de almacenamiento libre. Esto es porque el instalador agrupa archivos incompatibles en una carpeta especial que usted puede borrar para recuperar espacio o Windows lo hará automáticamente después de 28 días.

La industria realmente quiere que compre Windows 8 por medio de una PC completamente nueva, y la mayoría de la gente tomará esa ruta. Pero si no lo hace, o no puede, y tiene una PC de tres años, quizá le convenga quedarse con el Windows que ya tiene.

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